jueves, 26 de enero de 2012

La murgas porteñas presentaron los próximos carnavales bailando sobre la avenida Corrientes


"Bienvenido Carnaval", rezaba una bandera que atravesaba toda la avenida Corrientes al frente de la marcha de murgas, cuya música, bailes y colores alteró la rutina del fin de jornada laboral en el centro porteño, para promocionar los 40 corsos que en febrero próximo animarán las carnestolendas en la ciudad.




Entre las 18 y las 21, una veintena de agrupaciones murgueras desfilaron por la tradicional avenida desde Callao hasta el Obelisco, con sus trajes de colores, que se repetían en pancartas, sombrillas, estandartes y banderas de cada organización.

El color base de cada traje e implementos es identificatorio de cada murga, en tanto la típica música de percusión aparece como un elemento común que permite a todos compartir el baile, independientemente de qué agrupación marque el ritmo.

El motivo de la movilización, explicaron los organizadores, fue promocionar el carnaval porteño con sus corsos ante la falta de publicidad de parte del gobierno porteño, que otros años realizó el anuncio cuando los carnavales ya habían comenzado y mucha gente había armado otros planes para esta celebración.

Detrás de la mencionada bandera se ubicaba una media docena de estandartes de murgas, con sus nombres conformados generalmente por un adjetivo seguido del nombre de su barrio.

En primera filas se ubicaron La Gloriosa de Boedo, Ángeles del Valle (Abasto), Fantásticos del Oeste, Plebeyos de Devoto, Fantoches de Villa Urquiza, y más atrás Alucinados de Parque Patricios, Viciosos de Almagro y Calaveras de Constitución, seguidos de representanes de unos 20 barrios más.

Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores participaban activa e incesantemente del baile a lo largo de unas cinco cuadras, de las cuales las dos primeras eran las más compactas y las últimas tenían bastante espacio libre, y sumaban unas 2.000 personas, según uno de los organizadores.

Al frente iba una camioneta con parlantes, donde el animador, conocido por "Banana" o "El Negro del Conventillo", de Fantoches de Villa Urquiza, invitaba a la gente a participar porque "vuelven los carnavales de antaño, los carnavales populares en todos los barrios".

El murguero, que al principio vestía un traje a rayas verticales celestes y blancas y peluca rubia, agradeció repetidas veces "a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por devolverle la fiesta a todos los artistas del carnaval", en referencia al decreto que restableció los feriados de lunes y martes para esta fiesta.

Banana resaltó que con estos feriados "vuelve aquello que alguna vez nos quitó la dictadura" y criticó que "el gobierno porteño, del señor Mauricio Macri, ni hace la promoción que corresponde y por eso lo hacemos nosotros: hoy es el lanzamiento del carnaval en nuestra Ciudad de Buenos Aires".

El animador, que luego se quitó la peluca y dejó ver su cráneo calvo, y cambió también su traje por uno de bañero antiguo con la leyenda "Guardavidas del Riachuelo", precisó que las 102 murgas porteñas suman unos 15 mil miembros, que en todas las noches de carnaval son vistos en vivo por un millón y medio de personas.

El titular del Centro de Organizadores de Corsos, Roberto Villobos, dijo a Télam que "de la promoción de los festejos de carnaval debería encargarse la Comisión de Carnaval, que funciona en el Ministerio de Turismo y Cultura, pero no lo hace hasta que ya el carnaval está en marcha".

"Eso no es promoción, porque no le anuncia a la gente lo que vamos a hacer y nosotros queremos que la gente se organice y vaya con la familia a los corsos", agregó este integrante de La Leyenda Murguera, de Plaza Irlanda, que también organiza el corso de Gaona y Donato Alvarez.

Villalobos enfatizó que "decidimos organizarnos y hacer esto, que es el `lanzamiento`, algo así como la `llamada` de las murgas uruguayas antes del carnaval, y acá tenemos hoy más de 2.000 murgueros anunciando nuestros espectáculo".

La marcha continuó hasta el Obelisco, fotografiada por numerosos turistas y observada por clientes de cafés de Corrientes y, desde los balcones, por los últimos oficinistas de la jornada, aunque muchos transeúntes también caminaban a su lado casi indiferentes y la miraban sin detenerse, como a otra de las movilizaciones y piquetes que ocurren a diario el centro porteño.

En el cruce con 9 de Julio, las agrupaciones se concentraron en la Plaza de la República, donde aunaron e intensificaron sus percusiones y bailaron todos sus integrantes hasta pasadas las 21, cuando comenzaron a desconcentrarse, para reaparecer ya en carnaval, el 4 de febrero próximo.


FUENTE : TELAM

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